Skip to main content

La responsabilidad de vivir, sentir nuestra vida

Nogum
30 Septiembre 2010

En estos tiempos que corren parece que ni tiempo tenemos para saber si estamos viviendo y pensar en cómo lo estamos haciendo. Parece que simplemente estamos alimentando una máquina voraz de almas, incluida la nuestra; y lo peor es que sin darnos ni cuenta.

Me gustaría proponer un ejercicio para ver si somos capaces de sentirnos a nosotros mismos vistos desde fuera. Es un ejercicio tan fácil como recordar y anotar. Lo único que hace falta para hacerlo es tiempo:

Párate unos minutos en un sitio cómodo, intentando relajarte. Ahora trata de recordar varias situaciones de tu pasado reciente en las que te hayas enojado, contigo mismo o con otra persona y anótalas de forma esquemática, como una lista de la compra (para no perder mucho tiempo…) Ahora trata de recordar otras situaciones que te hayan agradado, ya sean experiencias solo o en compañía y anótalas también como una lista de la compra.

Ahora viene algo un poco más complicado, consiste en sentir esas emociones de nuevo; primero las negativas de enojo y enfado, trata de volver a enfadarte… y trata de percibir el porqué del enfado, intenta darte cuenta del origen del enfado. Cuando estés en el punto de saber el origen trata de darte un consejo como si fueras otra persona de cómo afrontar ese enfado o cabreo, y no entres en una discusión contigo mismo, solo trata de ver que es otra persona la que está enfadada y tu misión es conseguir apaciguarla. Si puedes anota esos consejos, te sevirán como receta para futuras ocasiones.

Para aumentar todavía más lo positivo y no solo tratar de disminuir lo negativo, haremos ahora el ejercicio de forma similar con las sensaciones agradables. Intenta sentir esa sensación agradable que anotaste, disfrútala de nuevo, igual te ayuda cerrar los ojos, deja que tu rostro se relaje, que afloren las sonrisas, las emociones, las lágrimas si cabe… Cuando estés disfrutándola plenamente trata de verte como otra persona que te dice ves que fácil sentirse bien y tu misión ahora es conseguir que siempre que se quiera se pueda sentir ese bienestar. Si puedes también anota los consejos que te sugieras para alcanzar esa sensación agradable, es otra receta para cuando estés un poco bajo de ánimos o tristón.

Este ejercicio realizado de vez en cuando nos ayudará a ser más conscientes de cómo estamos viviendo y poder así elegir seguir sin hacer nada o cambiar para estar mejor con nosotros mismos y con todos los que nos rodean.

Concluyo con un vídeo que muestra, claramente además, lo contagioso de los malos comportamientos, sobre todo en los más pequeños. No hace falta ser padre para ser responsable de nuestras vidas, nuestros actos contagian energías, y esas energías son captadas por cualquier persona de nuestro alrededor, inclusive, como dije antes, de las personitas pequeñas que son el futuro de madre tierra.

children see.. children do…  (los niños ven… los niños hacen…)